
Un superhéroe emo, enfrascado en sí mismo y con problemas para relacionarse con los demás. Eso era lo que esperaba cualquiera con un mínimo de conocimiento sobre el universo de
Superman, susceptibles a la visión - otra vez- del origen de uno de los personajes más famosos de
DC. Pero que, ya sea por las malas críticas, las bajas expectativas o la visión de
Henry Cavill, ha conseguido entusiasmarme.
Es uno de los blockbuster más esperados del verano, su promoción ha alcantazo las expectativas de las grandes producciones y se ha intentado borrar - gracias a Dios - la estela de decepción que dejó
"Superman: Returns" (Bryan Signer, 2006), para dejar paso a toda la acción de la que careció ese proyecto.
Pero eso no parece entusiasmar a los fans, que ven el intento de proyectar realismo como algo fallido,
"si no lleva los calzoncillos por fuera, no es Superman" dijeron algunos. Y es que, dejado a un lado la indumentaria, algunas alusiones y el hecho de que el nombre del héroe apenas sea mecionado en el film hace que nos quedemos con la sensación de que han querido desligarse por completo de las anteriores: Lois Lane no se deja engañar y reconoce a Clark Kent con gafas y no hay sitio para la banda sonora de John Williams que, a pesar de ser maravillosa, es la clave para desligarse y no defrauda.
Menos Jor-El y más Zod

Menospreciar al malo y ensalzar al bueno, esa es una de las técnicas más usadas en el mundo del cine. Pero la fórmula
padre de Superman benévolente/supercientífico/gladiador es uno de los fallos más destacables para mi gusto, su visión altruista choca con las otras características del personaje y el chupe de cámara de
Russel Crowe (soy una conciencia con mucho sentimiento) me parece una périda de tiempo y gancho, que no aprovechan para direccionar a
Zod (
Michael Shannon), que debería ser el verdadero protagonista ecundario y que solo sirve como escenario para explicar los sentimientos de Clark Kent, preentándolo como un militar egoísta, estúpido y fácil de derrotar en lugar del supervillano que deja a
Lex Luthor como una pequeña molestia en comparación.
Lois y Clark

Uno de los grandes miedos era que Amy Adams y Henry Cavill no fueran capaces de dar la talla o tener química entre ellos, no teníamos por qué. Amy Adams es una Lois inmejorable que hace lo imposible en el mundo del cine, que un personaje en el papel de un periodista pueda caerte bien. Por otro lado, Henry Cavill ha nacido para eso, su relativa seriedad y su no tan relativa belleza han provocado suspiros entre hombres, mujeres, niños y yo y lo han hecho proclamarse como un icono con todas las de la ley.
Un guión facilón y típico, la despedida cogida con pinzas de Jonathan Kent y la excesiva destrucción de Metrópolis son las mayores críticas que se han hecho al film, que te dejan claro que es un blockbuster molón y no una sucesora con otro nombre de
"El Caballero Oscuro" y que te deja con el sabor de que lo que has visto es un puente hacia lo que verdaderamente necesitaban: buena recaudación para conseguir la secuela donde, esperemos, puedan hacerla mejor.
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