viernes, 21 de junio de 2013

Placeres culpables: Deep Blue Sea



http://badfilmcred.files.wordpress.com/2011/03/deep-blue-sea-3.jpg
Cuando decimos que vamos a hablar de "Deep Blue Sea" no nos referimos a esa joyita en la que podemos ver a Tom Hiddleston fuera de la capa de Loki, si no a la obra maestra del cine de terror y ciencia ficción que puso a Samuel L. Jackson en la lista de los actores con menos criterio del sector y, a la vez, en mi ranking de personas más grandes.

"Utilizando tiburones Mako, una de las máquinas de matar más rápidas y perfectas de la naturaleza, la doctora McAlester espera encontrar la clave de la regeneración de los tejidos del cerebro humano. Pero para alcanzar su meta ha violado los códigos éticos, modificando el ADN de los tiburones, haciendo que sean más inteligentes y más rápidos, convirtiéndolos en monstruos depredadores que pondrán en peligro a todo el equipo de trabajo."

A escribir esto no pretendo ensalzarla ni decir de ella más de lo que tiene. Pero tener, tiene algo, algo que te hace que decidas dejarla esos domingo por la tarde cuando la ponen a la vez que "La mano que mece la cuna" o cualquier telefilm random. 

Debes partir del hecho de que es un película sobre super tiburones inteligentes que deciden luchar contra la mejor creación de Dios: El Hombre. Con esa premisa uno debe ver la película con la mente abierta, sin importar que su director solo haya sido nominado a premios Razzie y con ganas de pasar un domingo normlaito. Pretendían hacer sombra a los diálogos flojos y a la falta de carisma de (casi) todos los personajes con la utilización de adelantos digitales (algo así como "Avatar"), sin lograr mucho más que hacer que parezca muchísimo más forzada de lo que es.

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9lgxWh5RGW1EnRYkQ6lllFwt4loCAzwmwBqtnT2kYAzpTsCGauCgCl1TpNsbyzKqI4YLOipWQ4RDwlE4t6XOBh7RZWXygbKR_9egMeiuQj1g4whkMjKqSGTQYoV7AJ8_pbqQfWyNOMZhd/s1600/deep-blue-sea.jpgTodo no son peros, porque si no no estaría en esta sección. Podrías pensar que la participación estrella de Samuel L. Jackson puede salvarlo todo, pues a veces salva algo. Sus actuación se ve forzada y no sabe ubicarse en el papel. Pero como hemos quedado en que vamos a verlo con la mentalidad abierta de domingo, finjimos que no nos damos cuenta y esperamos ansiosos a su minuto de gloria, a esa maravillosa escena que lo hace memorable y que consigue eso que "Serpientes en el avión" no consiguió: Que nos riamos y tengamos ganas de ver el final de la película. Un final que pretende ser tan inesperado que desaprovecha el personaje de James Todd Smith (el cocinero) pero que termina de forma maja.

En definitiva, es un placer culpable que consigue sacarte unas risas, que te hace sentir que has perdido bien tu tiempo y, solo para algunos, hace que sea memorable.








    Por Irene González

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